La selva peruana.

Salimos de Piura a las 11 am, el viaje transcurrió con normalidad a la 1 pm estábamos en Olmos, lugar donde se empieza a subir rumbo a la selva amazónica. Justo en el cruce mi llanta se pinchó, con la fortuna de encontrar un montallantas a menos de 100 metros, donde llegamos pero desafortunadamente estaba cerrado.La llanta de Yeison de nuevo se había pinchado. Dado que estaba cerrado, empezamos a bajar las llantas de ambas motos y a cambiar el neumático, tarea que nos tomó una hora aproximadamente. El dueño del montallantas, después de vernos trabajar arduamente, decidió sacrificar su día de descanso y nos colaboró parchando los neumáticos que se habían chuzado y con la montada de la llanta. Debido a que la presión de la llanta tuvo parte que ver con nuestro percance, decidimos bajar la presión y continuar nuestro recorrido.
Gracias a este inconveniente nuestro destino que era Moyobamba se retrasó y como quedaba mucho camino por delante, decidimos quedarnos en Bagua Grande, donde la alimentación fue a un precio increíblemente económico y delicioso como todo lo que comimos en Perú.

Durante el camino, aprovechamos para tomar algunas fotografias en parajes que nos parecieron agradables.

Represa  cercana a Jaén 

Una buena gruta en la ruta cavada en la montaña. 

si, yo estoy ahi debajo, toca mirar con calma para que me puedan ver.

Delicioso almuerzo en pedro Ruiz 

La gastronomía sigue siendo estupenda, como te vamos a extrañar Perú

Algún parque en Bagua Grande amazonas peruano 

Al día siguiente partimos rumbo a Moyobamba, donde nós esperaba Wilson el presidente del club pulsar de Moyobamba,  para llevarnos a la Motoposada de Wilder,  un colombiano de Envigado Antioquia, quien nos recibió en su casa y nos brindó techo y un buen café con algunos panes locales.

Pegando la calcomanía en la motoposada de Moyobamba 

Tomando café rico😊

Con los Parcero de Moyobamba fuimos a  conocer un poquito  y tomamos unos licores artesanales, hablamos un buen rato, y quedamos de madrugar para ir a termales a la mañana siguiente.

Tomando unos licores artesanales de la selva peruana,  paloma ajena, y pichoshinshina,  licores fuertes y con un buen sabor.

Nos fuimos temprano a  dormir y al otro día para termales naturales 😃.

Que relax

Con nuestros nuevos amigos, Wilder y Agler.

Después fuimos con Wilson a comer cecina con tocachu, un desayuno que nos sirvió de almuerzo,  "que cantidad de comida".

 Después salimos rumbo a Yurimaguas para embarcarnos rumbo a Iquitos y en el camino vamos la espesa selva que rodea la carretera y los precipicios al lado de la carretera,  las curvas geniales y el asfalto en muy buenas condiciones. Una buena ruta.

 Mirador en la ruta entre Tarapoto y Yurimaguas

Gran precipicio.

Finalmente llegamos a Yurimaguas al final del día y fuimos directo a buscar pasajes para el viaje a Iquitos,  con la suerte que lo encontramos para el día siguiente a las 5 AM y podíamos dormir en el barco, así que fuimos a comer y regresamos a acomodar las motocicletas.

Acomodamos las cosas en el barco bien amarrado todo para más tranquilidad. 

Debido principalmente a la gran cantidad de advertencias que encontramos en Internet, dejamos todas nuestras prendas maletas y equipaje bien amarrados, y ademas al principio nos turnamos para dormir, algo que descubrimos fue poco necesario al final, aun así como buenos colombianos, nunca dejamos de ser precavidos en esta tierra de mala fama.

Y así inicia la travesía por el río Amazonas,  nos esperan 3000 kilómetros de río y selva,  paisajes increíbles y exceso de tiempo.